Entre la basura marina susceptible de quedar enredada en el cuerpo de los animales destacamos los aparejos de pesca abandonados, que pueden causar la muerte de éstos por ahogo, asfixia, o inanición. Las focas y los leones marinos son los más afectados, probablemente debido a su naturaleza curiosa que les impulsa a investigar los objetos a su alrededor. Sin embargo, también las ballenas, delfines, marsopas, tortugas, manatíes y aves marinas suelen sufrir enmallamientos. Los aparejos de pesca abandonados provocan daños también en los arrecifes de coral (cuando las redes o los sedales se enganchan en ellos y los rompen). Además, las redes perdidas o descartadas continúan atrapando a los peces aunque ya no se estén utilizando. Este fenómeno se denomina pesca fantasma e implica la captura de grandes cantidades de organismos marinos.
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